Suena el teléfono y es equivocado.
Te llegan mensajes de texto y son publicidades.
Suena el portero y es el afilador.
Suena el teléfono y es para vos, pero es del banco.
Hablás con las paredes.
Te convencés de que te contestan.
Deniro hamburguesería
Hace 4 años
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