jueves, 18 de octubre de 2007

Problemas

Anoche venía caminando pensando en varios problemas que tenía que resolver, bastante preocupado por cierto. En eso me crucé con un hombre de unos treinta y pico, que, en lugar de sus manos, tenía dos muñones. Enseguida miré mis manos, suspiré, y en ese mismo instante, mis problemas quedaron resueltos.

No hay comentarios: