viernes, 2 de noviembre de 2007

Prioridades

Hace unos días salí a almorzar por Palermo. Me puse a observar a una señora súper “paqueta”, y me detuve en los cuidados que le prodigaba a su perro (Esos que parecen parientes de las ratas, pero blancos). El can estaba “sentado” en una silla al lado de su mamá/dueña, la que no dejaba de ponerle repelente para mosquitos mientras le trozaba carne para que pudiera digerirla mejor. Enfrente, justo enfrente, pasaba caminando una mamá con un hijo de verdad, comiendo pan viejo, y con algunas picaduras de mosquitos. Eso contrastaba con el brillo de sus ojitos, bastante más intenso que el de los ojos de la señora “paqueta”.

No hay comentarios: