martes, 8 de abril de 2008

Día perfecto

Así sería...
El envase de shampoo abre justo dónde dice “Abra aquí”.
Salgo de mi casa sin pensar si me olvido algo.
Dejo la llave de gas abierta pero pienso que “No va a explotar justo hoy”.
Saludo a la portera y no me obligo a decirle algo más que “Hola”.
Abro la puerta de un negocio sin preguntarme cuál era “Tire” y cuál “Empuje”.
En el trabajo saludo a quienes quiero, no a todos.
Al mediodía sé lo que voy a pedir para comer y hago el pedido sin que nadie se sume justo cuando estoy llamando y me obligue a hacerle el suyo.
El pedido viene en media hora y caliente o frío en el caso de ensalada.
Como con tiempo.
La comida me cae bien.
La pago menos de 10 pesos, o sea que me cae bien antes de comerla.
Los trabajos fluyen.*
Me voy temprano a casa y sin culpa.
Llego a casa y no saludo a la portera, porque no está.
Mi casa no explotó.

*(Debería haber ido unos renglones más arriba, pero quería poner un asterisco)

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