¿No es increíble que todo el mundo acepte que las fiestas de casamiento sean todas iguales? Que las mesas, que el vals, que el ramo de la novia, las ligas, las sortijas, hasta las menús son iguales (todos estamos prácticamente asqueados con los medallones de lomo, aunque sean
riquísimos). ¿Qué pasa que nadie se revela? "No, no bailo
vals, no quiero que
toooodos los invitados se den cuenta de que no sé bailarlo. Y tampoco quiero lo de las ligas, me jode verle la pierna a tu amiga delante de doscientas personas…" Aunque hay otros casos, como el que dice “Hagamos un casorio distinto: contratemos una
wedding planner…”. Ya está, no va a haber un casamiento más estereotipado que ese, con la única diferencia que vos no lo organizaste.
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