sábado, 21 de julio de 2007

Plasma

“Me compré un plasma” escuché la otra vez. Y al toque pensé qué bueno tener uno. Pero al toque volví a pensarlo. ¿Está bien gastar una fortuna para terminar viendo un partido de Nacional B el sábado a la tarde? ¿Se justifica semejante inversión? O lo que es peor, seleccionaría tan meticulosamente lo que debería ver que terminaría no viendo nada. En fin, no me compré el plasma. Pero no volví a ver un partido del Nacional B. Doble negocio.

No hay comentarios: