miércoles, 5 de septiembre de 2007

Cliente

Una de mis mejores caras es la cara de cliente. Esa que pongo para entrar a los baños de cualquier bar, para zafar del molestísimo cartel “Baño exclusivo para clientes”, cuando estoy en la calle y tengo que ir al baño sí o sí. Hasta hoy me viene saliendo bien. Salvo una vez que tuve que comprar un agua, para transformarme en cliente posta. La tomé en el bar y me fui. A la media hora me dieron ganas de mear de nuevo.

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