miércoles, 5 de septiembre de 2007

Reciclar

Hace unos días me levanté con ganas de salvar al mundo. Y tomé algunas medidas básicas. Para ahorrar energía me levanté a oscuras: me llevé media casa por delante. También se me hizo tarde porque había desenchufado la alarma. El celular se había quedado sin baterías, y no quise cargarlo. No usé shampoo, tampoco desodorante por la capa de ozono, y tampoco papel higiénico. Hacía 44 grados de calor y tampoco prendí el aire acondicionado. Me compré una bici y fui pedaleando al laburo, para no usar el auto. A mitad de camino se me pinchó una goma de la bici. No me andaba el celular, no pude llamar por ayuda. Hice dedo para que me parara algún vehículo y la aureola de chivo se veía a 50 km. Pasó un linyera caminando por al lado y me dijo “bañate, sucio”. Me tiré a dormir, esperando despertarme con menos ganas de salvar al mundo. Me desperté entre la basura del Cinturón Ecológico.

2 comentarios:

Magdelyn dijo...

ajajajaj Que barvaro. A veces es muy dificil intentar salvar el mundo.

Anónimo dijo...

andaaaaaaaaaaa... si no sabés manejar????!!!!!