jueves, 30 de agosto de 2007

Spa

La otra vez me tomé un fin de semana largo y me fui a un Spa, como para sacarme todo el estrés de encima. Me hicieron masajes, me llenaron de barro, me di mil quinientas duchas de distintos países (Escocia, Finlandia), usé el sauna, dormí, descansé, comí sano, me olvidé del mundo. Me vino bárbaro la verdad, por fin me sentía sin estrés, un estado ideal. Que me duró hasta que me trajeron la cuenta.

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